jueves, 31 de mayo de 2018

Voz pasiva

Los evangelios sinópticos reconstruyen el jueves santo como cena de Pascua celebrada por Jesús, con sus discípulos. Esa cena es coherente con lo vivido por el maestro, que en muchos momentos a lo largo de la narración come con prostitutas, publicanos y otras personas no aceptables para un purista de su época. Pero esa cena es diferente porque remite a la experiencia de todo su pueblo como historia de liberación: la sangre del cordero que mancha el dintel de las puertas es  sangre de liberación, sangre que frena al exterminador. Es la sangre del cordero que cada familia cena, que cada miembro consume como alimento para el camino. La cena, a su vez, mira hacia adelante en voz pasiva: detenido, acarreado, golpeado, juzgado, condenado, torturado, ejecutado. Dice la comunidad cristiana que cada jueves santo se celebra al amor.

miércoles, 30 de mayo de 2018

A navegar sin papá

Cae el modo sólido de autoridad patriarcal y navegamos eligiendo en la vida líquida (Bauman). A la intemperie desde un impulso narcisista: toda relación se vive como, a la vez, fuente de gozo y de amenaza. Quien fuma a mi lado es una amenaza de cáncer de pulmón (Žižeck). Sin modelo duro de autoridad estoy obligado a ser feliz, puesto que ya ningún "padre" me lo impide. En nuestra libertad postmoderna y líquida asumimos el mandato narcisista e imposible: navegar bien y navegar feliz (felicidad líquida, fluida, sin lealtades ni otras obligaciones). Interiorizamos al Gran Hermano. No es necesario que nos exploten. Ya nos encargamos nosotros mismos de hacerlo: pulidos, lisos, funcionales, (Byung-Chul Han). Máquina de consumo y autoconsumo. Sin brújula: reaccionando a las aguas que fluyen, con el enmascaramiento de que somos libres.

martes, 29 de mayo de 2018

Autocolonialismo

Ve Sartori el multiculturalismo como un proyecto: gestión social para acentuar las diferencias (“La sociedad multiétnica”, 2000). Dos años antes, Žižeck explica el multiculturalismo como forma del capitalismo global. Autocolonialismo. Las empresas no tienen patria y tratan a la ciudadanía de origen con la misma condescendencia de los colonizadores: conocer, tolerar y usar las costumbres y tradiciones de aquellas personas a las que explotan como consumidor o productor. El multiculturalismo acentúa las diferencias y la batalla política del cambio social se sustituye por la postpolítica: la aceptabilidad de las propias diferencias. Sartori pide más pluralismo frente a la comunidad homogénea. Žižeck quiere el momento político: la lucha por el poder frente a una  tolerancia que deja a cada cual en su sitio. Incluso a las personas a las que da el sitio de las sin sitio.

domingo, 27 de mayo de 2018

La violencia


La actual tolerancia liberal convive con la violencia fanática incomprensible para quienes la sufren (Žižeck, “En defensa de la intolerancia”, 1998). Es el skinhead contra el inmigrante porque amenaza la propia identidad. En la sociedad de la tolerancia, la explicación psicologisa al sujeto: especialistas establecen el origen de esa violencia en la frustración personal del sujeto violento o en sus desequilibrios psíquicos. Todo lo más, pueden aceptar el origen en una influencia negativa (fanatización). De uno u otro modo, evitan la referencia al modelo puramente político, el de un sistema que expulsa o descarta (Francisco) a una parte de la población que es aplacada con la aceptación de la diversidad y la prestación de determinados servicios. La hipertolerancia sólo se quiebra con la violencia irracional: es la única senda que ven los que no son para llegar a ser.