miércoles, 12 de junio de 2019

¿Dónde estamos?

Estamos en un punto azul pálido que gira en torno a una estrella mediana en un ramal de estrellas no muy central de una galaxia no grande entre cientos de miles. Nuestra familia, nuestras asociaciones e instituciones, nuestra sociedad, nuestra historia de ayer, de antes de ayer, de hace miles de años, de hace cientos de miles de años, nuestros sueños de ahora y para el futuro… todo tiene lugar en ese pequeño puntito en la inmensidad, en el inconmensurable misterio de Dios y su creación. Todas las personas, toda nuestra diversidad, cada país, cada región, cada ciudad; tanta injusticia brutal y tanto amor desmedido… está y acontece en la epidermis (biosfera) de ese planeta. Nuestras grandiosas palabras, nuestras obras de arte, nuestros discursos apabullantes, nuestros enfrentamientos y discordias, nuestras guerras y cada gesto de cariño, junto a otras y otros, todas y todos en el mismo lugar, todas y todos en la Casa Común.

martes, 11 de junio de 2019

Autoayuda y menos

“Alabar, hacer reverencia y servir” señala Loyola en el siglo XVI como sentido de la existencia humana. Es un éxodo de nuestro “propio amor, querer e interés”. Propone todo un itinerario para afrontar este destino (los Ejercicios Espirituales) que, son así, una escuela de libertad; aprenderemos a desengancharnos de todo lo que nos impide el camino de la gratuidad, el respeto y la disponibilidad. Aprenderemos a afectarnos por quien nos invita a caminar con Él y como Él en una causa de justifica y amor: reconciliar a la humanidad con ella misma, con la creación entera y con Dios. Aparece muy lejos de los manuales de “autoayuda” donde toda la estrategia parece centrarse en el individuo, no en la comunidad, y en sus potencialidades limitadas por la sociedad en la que vive. La “autoayuda” trastoca el éxodo en ensimismamiento. Lejos del reconocimiento de los propios límites y la necesidad de las demás personas, la autoayuda invita a la propia plenitud sin los demás: no siempre una mente plena es ayuda.

lunes, 10 de junio de 2019

De dónde venimos

Leyendo a Loyola y a Pablo Guerrero (“Convertirse es ser atraído”, 2019) vengo (venimos) del trabajo cotidiano (la viña en términos evangélicos). Venimos de un territorio plagado de misión y de tareas. No estamos solos. Codo a codo conmigo, a mi lado, por delante mía, desde arriba, desde atrás, desde abajo, otras personas que hacen, empujan, realizan, lideran, promueven, acogen. La misión siempre es compartida. Venimos, sin embargo, en Babel: desterrados y sin hogar nos sentimos no pocas veces en este pequeño planeta azul pálido en la inmensidad. También venimos de Egipto, sujetos a mil esclavitudes que, en ocasiones, ni siquiera reconocemos como tales: las que impone el sistema, las que tienen forma de pulsiones o miedos interiores, las que nos ponen quienes conviven en nuestro entorno. Pero si estamos aquí es porque también estuvimos en el Tabor y, como aquel Pedro, deseamos poner tiendas junto a la Palabra de la Vida: la que hemos visto, la que tocaron nuestras manos.

domingo, 9 de junio de 2019

Acción


La persona solo es… actuando (De Beauvoir, “Para qué la acción”, 1944). El consejo inspirado en la prudencia de Cineas, cuando el rey Pirro se propone la conquista de Italia, está enfrentado a la vocación humana que se construye al afirmarnos como seres que actúan. Nos hacemos al hacer. Pero la propia De Beauvoir aterriza su reflexión en el situacionismo: nuestra libertad trasciende, pero lo hace situada. Cristina Sánchez (“Del sexo al género”, 2016) nos presenta a De Beauvoir atada a la ambigüedad: nos pensamos como conciencias, pero conciencias en el mundo. El existencialismo nos lanza a la acción. Setenta años después, la acción se muestra como sentido único de sí misma. Estamos en un hacer por hacer. La disputa entre Pablo y Santiago, fe y obras, se repite al llegar al tercer milenio. Dada la velocidad de nuestro sinsentido, más que una acción que nos autoconstruye, parecemos necesitar una parada que nos abra a tanto don recibido.