J. Moingt SJ, que trata de dar razón de su fe, hace arqueología de los textos sagrados. Anuncia: “Todo comenzó con un rumor: Él volverá”. Nos preguntamos: ¿Por qué nos es pertinente ese retorno para quienes somos del tercer milenio? En “El hombre que venía de Dios” (1994), Moingt responde: ha de volver porque tiene una tarea inacabada: nuestra historia, nuestra humanidad. El también francés, De Chardin SJ, lo hace cosmológico: el que volverá más bien nos atrae hacia Él, es el “omega” y lo es porque de Él provenimos. Es también el “alfa”. ¿Qué hace de este esquema algo más que una autovía entre la cuna y la tumba? Moingt entiende que en él está nuestra liberación, nuestra salvación. Debemos, pues, preguntarnos si las personas del siglo XXI necesitamos alguna salvación. Solo después preguntaremos cómo el Cristo puede ser liberación.
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