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sábado, 25 de agosto de 2018

Panta rei


“Panta rei” (todo se mueve) afirma Heráclito y Machado, a comienzos del siglo XX lo poetiza: “…se hace camino al andar y, al volver la vista atrás, se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar”. Más tarde, León Felipe le da otro tono: “…pasar por todo una vez, una vez sólo y ligero, siempre ligero”. Foucault culmina la pérdida de suelo incluso de nuestras más grandes palabras al afirmar que el ser humano se disolverá como lo hace un rostro dibujado en la arena de una playa. “El mundo comenzó sin el hombre y acabará sin él”, dice Levy-Strauss anticipando al autor de “Las palabras y las cosas”. Colabora Derridá con su deconstrucción (de la que, quizás por concesión, quiere liberar a la “justicia”). Rorty, no sin cierta ironía, señala la contingencia del yo y propone entender la filosofía como conversación (el mundo de la opinión). 

miércoles, 15 de agosto de 2018

Búsqueda sin término

En conferencia pronunciada en 1958, Popper invita a los escuchantes a no admitir crédulamente su reflexión. Asegura que no es un profeta de un nuevo rumbo en la filosofía. Defiende que la discusión crítica hace grande al pensamiento y a la persona: “La postura razonable, racional, crítica, sólo será el resultado de la crítica de otros y que uno sólo puede llegar a la autocrítica por medio de la crítica de otros”. No convierte esto a la filosofía en una mera conversación (Rorty). Tampoco en una expresión sin más de la cultura en la que se plasma (Levi-Strauss). Es probable que la personalidad y los modos de los filósofos estructuralistas y postestructuralistas parezcan en ocasiones el trabajo de “pensadores temerarios” que buscan el aplauso, el escándalo o, directamente, la publicidad. “Búsqueda sin término”, titula Popper a su autobiografía en 1976.

lunes, 19 de marzo de 2018

A navegar

Comienza Morey, su “Foucault y Derrida” (2015) con una descripción del programa del pensamiento francés del siglo XX:  unir concepto y existencia, una filosofía para la vida, pensamiento y comportamiento de la mano (incluida la política), recuperar al sujeto y escribir filosofía como literatura. Dos observaciones a partir de otras lecturas: la primera es cierta sensación de que tanta literatura pueda reducir la filosofía a conversación (Rorty) o a una exposición sin rigor (Sokal-Bricmont): aunque sea sugerente y parezca ayudar al vivir, ¿no devuelve al ambiente de los sofistas? Por otro lado, a partir de la lectura de Byung-Chul, en la segunda década del siglo XXI, se puede decir que lo conseguido es la expulsión de lo distinto, el acento en lo vacío, la sustitución de lo bello (sublime) por lo pulido (liso) y la bulla del enjambre. A navegar, diría Bauman.

jueves, 8 de febrero de 2018

¿Post - Postmodernidad?

Postmodernidad es, en buena medida, adiós a la “Verdad”. Esta despedida tiene su itinerario. Descartes introduce la duda sobre el mundo exterior y afirma sólo a partir de lo que se vive subjetivamente (Cogito ergo sum). Con la Ilustración se entroniza la Razón y se camina hacia la muerte de Dios (con mayúsculas). El siglo XX saborea los monstruos y proclama el final de la metafísica (la realidad es quien la pastorea). Desde entonces, el pensamiento es débil y los fundamentos líquidos (o gaseosos). Con Rorty hemos pasado del razonamiento a la “mera” conversación. ¿Se puede afirmar que con el tercer milenio entramos en la post -  post modernidad? ¿Sería acaso el retorno a los hechos fehacientes (Sokal y Bricmont)? Parece posible y es necesario recuperar la hoja de ruta de Ellacuría S.J.: “Hacerse cargo, cargar y encargarse de la realidad”.

Todo comenzó con un rumor: vive
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miércoles, 31 de enero de 2018

El retorno de un encargo: la realidad

Postmodernidad es, en buena medida, adiós a la “Verdad”. Esta despedida tiene su itinerario. Descartes introduce la duda sobre el mundo exterior y afirma sólo a partir de lo que se vive subjetivamente (Cogito ergo sum). Con la Ilustración se entroniza la Razón y se camina hacia la muerte de Dios (con mayúsculas). El siglo XX saborea los monstruos y proclama el final de la metafísica (la realidad es quien la pastorea). Desde entonces, el pensamiento es débil y los fundamentos líquidos (o gaseosos). Con Rorty hemos pasado del razonamiento a la “mera” conversación. ¿Se puede afirmar que con el tercer milenio entramos en la post -  post modernidad? ¿Sería acaso el retorno a los hechos fehacientes (Sokal y Bricmont)? Parece posible y es necesario recuperar la hoja de ruta de Ellacuría S.J.: “Hacerse cargo, cargar y encargarse de la realidad”. 

jueves, 28 de diciembre de 2017

Un poco de ironía

Rorty, hijo de activistas de izquierda, escribe de solidaridad en “Contingencia, ironía y solidaridad” (1992). Con 61 años. Deja la perspectiva comunitarista porque no quiere la explicitación de motivaciones éticas personales en la cosa pública. Toma partido por Rawls y su liberalismo formal; Rorty lo historiza: la democracia no tiene que preguntarse por qué es mejor (fundamentos) sino qué la mejora (conversaciones). Rorty es coherente con su discurso: tras la muerte de Dios y de la metafísica, el final de la filosofía: deja atrás toda pretensión de un discurso fundado en favor de vocabularios y palabras que se filtran de lo privado a lo público sin mayor pretensión fundante: del ensayo a la novela. Invita a que tomemos nuestro discurso serio un poco más a la ligera, pero sin dejar de actuar. A eso llama ironía.

miércoles, 27 de diciembre de 2017

Palabras


El siglo V a.C. cuenta con la intervención de Protágoras: “El hombre es la medida de todas las cosas”. En el siglo XX, Marx, Groucho, parece situarse en esa dirección: “Estos son mis principios, pero si no le gustan, tengo otros”. En 1962, se publica “Cómo hacer cosas con palabras”, de J.Austin, padre de la lingüística pragmática: no parece que haya mucha distancia entre el ser y el enunciar, todo deviene lenguaje. En el 66, Foucault da a luz “Las palabras y las cosas”: El giro lingüístico deconstruye el saber y tiene raíces profundas que afectan toda filosofía en el siglo XX. En 1982, Rorty escribe “Consecuencias del pragmatismo”. El racionalismo ilustrado, tras sustituir la verdad religiosa, pretende una verdad igualmente estable, recibe ahora su propia medicina, el fin de la epistemología: de la investigación pasamos a la pura conversación. Palabras.

martes, 26 de diciembre de 2017

¿Racionalistas y analíticos?

¿Por qué no nos comprendemos? Esa pasa a ser la pregunta que se hace Rorty a partir de 1961. Trata de comprender por qué los filósofos se entienden tan poco unos con otros. Es que tanto los analíticos (Carnap, que no reconoce sentido alguno al lenguaje metafísico) como los racionalistas  (Popper, que cree en la deducción y la refutabilidad de las teorías) tienen un Dios incompatible con el politeísmo de saberes. En su recorrido, magníficamente relatado por Del Castillo (“Rorty y el giro pragmático”, 2015), Rorty aprende con Kühn (las teorías científicas cambian sin motivos científicos) y Feyerabend (más que investigación debemos promover la proliferación de las teorías). Pero en “La filosofía y el espejo de la naturaleza”, Rorty se cruza con Gadamer: la investigación debe ser sustituida por la conversación. ¿El campo de las incertezas? 

lunes, 25 de diciembre de 2017

Praxis y lenguaje

Quizás Rorty no ha leído teología contemporánea y ¡sitúa a Jerry Fawell (fundamentalista) y a Josep Ratzinger (católico) en el mismo pensamiento! Su discurso es una invitación a otro paso en la secularización: Dios ha muerto; es hora de suprimir a los sustitutos de Dios (la razón y la verdad). Se distancia de Habermas que precisamente llama a la humildad de la razón al  rebuscar  en el diálogo posible con la sabiduría de las religiones. Choca con Vattimo que mantiene su cristianismo vacío de trascendencia. La luz de la postmodernidad es una luz pálida. Es el camino que permite a la persona responder sólo ante la otra persona. Cierto que la tenacidad con la que lo hace –la de un erizo encerrado sobre sí mismo- hace sospechar que su Verdad con mayúsculas es la no existencia de ninguna verdad con mayúsculas. Se dirige pues hacia la praxis y su lenguaje.