jueves, 19 de julio de 2018

Cambalache

En la narrativa del Éxodo, Moisés se resiste. Cuestiona la posibilidad de la misión, la capacidad personal para la misma y también la autoridad que envía (“¿Y si me preguntan quién me envía? ¿Qué les diré?). El pensamiento débil retira la posibilidad de la metafísica y no reconoce entidad a la persona o a las relaciones entre personas. Nada tiene suelo. Nada vale. Todo vale. Sin embargo, en el desierto, Moisés se descalza y escucha que se le llama por su nombre. Oye un relato de liberación y acaba por afrontar la obligación ética de las relaciones humanas (divinas). El Mediterráneo y sus cadáveres son un ruido más en el enjambre y una realidad virtual en el mundo de lo pulido. El pensamiento débil engendra respuestas que identifican al mafioso que se lucra con la persona que ayuda. En un tango del primer tercio del siglo XX, esto se llamó cambalache.

miércoles, 18 de julio de 2018

Falsa pregunta


Para Wittgenstein es una falsa pregunta con ninguna respuesta posible, un falso problema y no hay nada que decir sobre el mismo. Mejor callar. Sartre quizás piense que se trata de un sentido autoconstruido y que no hay un para qué ya dado: el sentido se fabrica por la propia persona sin más referente ni horizonte que la historia en la que vive. Foucault invita a observar cómo el viento de las circunstancias lo borrará como a un rostro dibujado en la arena de la playa. Sin embargo, las personas ponemos un para qué a nuestras actuaciones, lo elegimos: el dinero, el poder, el placer. O, incluso sin darle una formulación conceptual, el para qué es el miedo o la codicia, el propio ego o aquellas causas que encumbran a la persona y le dan prestigio o reconocimiento. Por tanto, ¿es el sentido una falsa pregunta o hay propuestas que son falsas respuestas?

martes, 17 de julio de 2018

Tierra sagrada


Perviven las imágenes en las iglesias y, en ocasiones, alguien se santigua a nuestro lado cuando el avión está por despegar. Un señor que lleva una especie de rosario en su mano forma parte de un paisaje en el que, en las fiestas patronales, la vecindad carga con el santo en procesión. Se convierte en noticia que alguien promete su cargo sin símbolos religiosos y lo religioso adquiere con frecuencia también aires de navegante líquido en esa sorprendente globalización de la superficialidad. Persiste lo religioso en la ciudad secular. Sin embargo, se trata de una fe que, para sobrevivir en la atmósfera de lo plano, refuerza signos de identidad o se disuelve como un rostro más del pensamiento débil. En el desierto, lejos de lo pulido, de lo virtual y del enjambre, para escuchar el clamor de la justicia, Moisés se descalza: es tierra sagrada.

lunes, 16 de julio de 2018

En el desierto


El desierto es lugar de vida cotidiana para el pastor Moisés: soledad, reciedumbre, horizontes abiertos. El día a día es duro, áspero y real. Byung-Chul Han indica que hoy lo cotidiano está pulido, se juega en enjambre y se da como virtual. El desierto aparece así como la oportunidad de cambio: la realidad nos espera en la soledad y lo áspero. La soledad no es un fin en sí mismo, sino la ocasión y el medio para el Otro que siempre irrumpe, que siempre está. En el desierto, Moisés reconoce la Tierra Sagrada que pisa y escucha la voz de la realidad que es relacional. No habla la realidad (otredad) para imponer su Ser, sino para comunicarse y enviar; para apelar a la responsabilidad que nace de la relación (he escuchado el clamor de mi pueblo). Sólo en el desierto, lejos de lo virtual, del enjambre y lo pulido, la vida deja de ser líquida y se da como responsabilidad.

domingo, 15 de julio de 2018

Cultura del ego


El estructuralismo anota que más que cosas se dan sistemas. Los elementos no definen una estructura; es la estructura la que determina por su relación el ser de los elementos. Lo relacional aparece también en una filosofía radicalmente diferente: el personalismo. No se es si no se es en relación. Más que “ser” hay “relacionar-ser”. No hay yo sin un tú. No hay ningún yo posible sin un Tú trascendente de todos los tú posibles (Buber). La Otredad parece como lugar decisivo de la filosofía, ya no será metafísica sino meta ética, es decir, relacionalidad y responsabilidad. La respuesta (relación) implica una iniciativa previa. La Otredad no sólo está sino que me configura. Puedo, sin embargo, creer que soy yo, situarme en el centro, venir en soberbia. Desprecio el Éxodo. Me convierto en un sumidero que todo lo succiona. Quedo en apariencia. Eclipse. Cultura del ego.