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lunes, 11 de junio de 2018

Elegir bien

Al elegir, nos hacemos. Sin elegir, no somos. Es la ética, dice Kierkegaard. Su “metaética” es el paso de la dogmática (pecado no conceptualizable) a la psicología (concepto de angustia). Sartre, descreído de la dogmática, vive la náusea: vómito de la condena a la libertad sin suelo. Camus es sartriano en el relato caluroso y luminoso de “El extranjero”; pero imagina a Sísifo sonriente mientras baja a por la piedra que ha de volver al inicio tras el triunfo aparente. “La caída”, descrita entre bruma y penumbra, desdice al santo laico para retornar a la fuente danesa: la risa helada que denuncia el arraigo del pecado. “Todos somos culpables”, subraya. Hay en Kierkegaard la esperanza de que podemos elegir bien pues me identifica, porque es una aceptación de mi propia personalidad. “La grandeza radica en el hecho de ser uno mismo”, sostiene.

martes, 27 de febrero de 2018

Salvación y mundo

En algunas visiones religiosas, la salvación es el cielo y deserta del mundo. No así en la religiosidad popular: sin finura, ve salvación en curaciones y fortunas en este tiempo nuestro. La teología postconciliar recupera la historicidad del Cristo. Cristo tiene historia y está inmerso en toda historia: la salvación, no puede remitirme a la otra vida. Fukujama, en 1993, ve realizarse la salvación en la continua implantación de la democracia liberal y la economía de mercado. En 1943, en plena guerra, Camus señala: “No hay más que un problema filosófico verdaderamente serio: el suicidio” (El mito de Sísifo). Sartre, que no encuentra más respuesta filosófica que el absurdo (El ser y la nada), sin embargo propone un activismo político que ensucia las manos del filósofo. Camus, activista de hecho, no acepta la ingenuidad, son los medios los que justifican el fin.

domingo, 14 de enero de 2018

¿A quién pertenece el destino?

En un campo de exterminio, Frankl apuesta por el sentido. Asegura que es el sentido lo que le salva. Si seguimos la pista del Sísifo de Camus, es la construcción del sentido lo que le salva: “No se descubre lo absurdo sin sentirse tentado a escribir un manual de la felicidad”. Pero ambos, Camus y Frankl son de un mundo de piedra y barro, donde el asesinato es visible y la enfermedad no se oculta en las plantas de paliativos hospitalarios. Probablemente en la liquidez de la vida actual, una instalación en la inmanencia puede ser tranquila, plácida, mientras la realidad virtual quita densidad a la realidad real. El “sinsentido” se confunde con “me-gusta” de Facebook (Byung-Chul Han). Camus insiste: “Toda la alegría silenciosa de Sísifo consiste en eso. Su destino le pertenece”.  Los estructuralismos lo disuelven: todo nos pasa, de nada somos sujetos activos.

jueves, 11 de enero de 2018

Voluntad de sentido

En 1942, Albert Camus publica “El mito de Sísifo”: “Juzgar si la vida vale o no vale la pena vivirla es responder a la pregunta fundamental de la filosofía”. Escribe en un mundo que asiste a la sangría de los totalitarismos. La lucha por la supervivencia parece ser la respuesta que, inmediatamente después de la guerra, en 1946 da Vicktor Frankl a esta pregunta en “El hombre en busca de sentido”: “No había tiempo para consideraciones morales o éticas, ni tampoco el deseo de hacerlas. Un solo pensamiento animaba a los prisioneros: mantenerse con vida”. Camus piensa que todo intento de sentido está condenado al fracaso. Precisamente, en esa clarividencia, la de la imposible esperanza está su victoria: “No hay destino que no se venza con el desprecio”. Frankl sobrevive al campo de exterminio y al preguntar el porqué, responde: la voluntad de sentido.

viernes, 5 de enero de 2018

La sonrisa de Sísifo

Camus cree la sonrisa de Sísifo (1942). Baja la montaña satisfecho, no por el resultado –la piedra rueda la ladera hasta el pie-, sino por su decisión de afrontar su tarea. Sartre asegura, ante la tortura nazi, que el preso puede optar por el propio dolor y no denunciar al compañero de resistencia. ¿Qué queda del heroísmo existencialista tras años de pensamiento débil y postmodernidad (Vattimo)? En primer lugar, queda la realidad cotidiana de las heroínas, los héroes que cuidan, trabajan, educan, se esfuerzan. Un cierto descreimiento nos acompaña, pero en esa realidad no dan lo mismo las elecciones que hacemos. Escucho a Javier Montes SJ, que vive y trabaja para quienes vienen del sur, en Nador, junto a la valla de Melilla. Seguirán saltando porque tienen algo que darnos: a este lado quizás olvidamos el esfuerzo de libertad y el amor de Dios.