jueves, 22 de marzo de 2018
Antihumanismo - Posthumanismo
En “Las palabras y las cosas” (1966), Foucault extiende al conjunto de las ciencias humanas el método de la arqueología ya usado con la locura y la medicina. El carácter humano de las ciencias es construcción relativamente reciente: la modernidad. Por tanto, previsiblemente efímero: como un rostro sobre la arena de la playa. Así, colabora con el objetivo de Levi-Strauss: disolver lo humano en lo no humano. El lenguaje no es tarea humana, sino que lo humano es tarea del lenguaje. El hombre es el lugar en el que habla la cultura. Si en teología decimos que el cristianismo es un humanismo, entonces deberemos preguntar qué queda de la fe si se disuelve el sujeto humano tal y como lo hemos construido en la modernidad. ¿Es posible un cristianismo como post-humanismo? Se exploran respuestas en torno a la presencia de lo absolutamente Otro.
Etiquetas:
Antihumanismo,
Arqueología,
Ciencias Humanas,
Cristianismo,
Cultura,
Fe,
Foucault,
Humanismo,
Lenguaje,
Levi-Strauss,
Locura,
Medicina,
Modernidad,
Otro,
Posthumanismo
martes, 20 de marzo de 2018
Biotecnología
Señala
Beorlegi, profesor en Deusto, que si hasta ahora la evolución de las especies
ha sido encargo natural, en adelante cabe una evolución inducida por el ser
humano (“El futuro del ser humano”, Razón y Fe, enero 2018). Las
“antropotecnias” permiten ya realizar la distopía que Huxley ve en “Un mundo
feliz” (1932). Los avances sirven ya para fines terapéuticos que son
difícilmente discutibles desde la ética. También se investiga en líneas como la
clonación humana, la potenciación intelectual e, incluso, el alargamiento indefinido
de la vida, actuaciones que parecen ir más allá de lo que biológicamente hemos
entendido como humano. Es evidente que la reflexión ética y política está inmadura. También queda la sospecha de la incapacidad ética para orientar los
procesos científicos. No en vano arrastramos la memoria de Galileo y Hiroshima.
¿El origen de lo humano?
El estructuralismo filosófico aparece tras un recorrido previo en las
ciencias humanas. El estructuralismo lingüístico (Saussure) muestra que el
lenguaje no suma elementos con identidad, sino que confronta diferencias
relacionales, donde el valor es “según la posición que ocupa en el sistema”
(Morey, “Foucault y Derrida”, 2015): oposiciones binarias que van dando lugar
estructuras lingüísticas independientes de la voluntad humana. Así, el lenguaje
dejaría de ser algo humano para que lo humano pasara a ser algo lingüístico.
Lévi-Strauss lo aplica a la antropología: las culturas nacen de estructuras
inconscientes que se plasman en sistemas. La razón analítica permitirá
encontrar las leyes generales de toda organización, también la humana. No es
historia, ni memoria, ni voluntad lo que explica nuestra cultura, sino la
rigidez de estructuras inconscientes.
lunes, 19 de marzo de 2018
A navegar
Comienza Morey, su “Foucault y Derrida” (2015) con una descripción del
programa del pensamiento francés del siglo XX:
unir concepto y existencia, una filosofía para la vida, pensamiento y
comportamiento de la mano (incluida la política), recuperar al sujeto y
escribir filosofía como literatura. Dos observaciones a partir de otras
lecturas: la primera es cierta sensación de que tanta literatura pueda reducir
la filosofía a conversación (Rorty) o a una exposición sin rigor
(Sokal-Bricmont): aunque sea sugerente y parezca ayudar al vivir, ¿no devuelve
al ambiente de los sofistas? Por otro lado, a partir de la lectura de
Byung-Chul, en la segunda década del siglo XXI, se puede decir que lo
conseguido es la expulsión de lo distinto, el acento en lo vacío, la
sustitución de lo bello (sublime) por lo pulido (liso) y la bulla del enjambre.
A navegar, diría Bauman.
Etiquetas:
Bauman,
Byung-Chul Hang,
Concepto,
Conversación,
Derrida,
Existencia,
Filosofía,
Foucault,
Literatura,
Morey,
Política,
Rorty,
Sofistas,
Sokal,
Sujeto
Suscribirse a:
Entradas (Atom)