jueves, 26 de julio de 2018

Acompañado por la soledad

Dice Saint Exupery que lo importante es invisible a los ojos. Quizás es Nietzsche que se da con lo dionisiaco. Su vida parece un itinerario de sin razón. Cuestiona el idealismo de su época (Hegel: todo lo real es racional). Pone voz a Zaratustra y se desliza hacia la demencia. Arremete contra la metafísica y contra su Dios (el Dios de la metafísica). Debilita el suelo de toda justificación y de todos los discursos racionales de nuestras políticas. Se aferra a la voluntad de poder como vida. Sorprende la debilidad apasionada de quien quisiera hacer filosofía a golpes y derrumbar todos los pilares. Es la propia razón que arremete contra su fundamento. También asegura Saint Exupery que hay razones del corazón que la razón no entiende. En el camino hacia una filosofía original, Nietzsche se queda humanamente solo. Soledad, leal e indeseada compañera.

miércoles, 25 de julio de 2018

Inútiles sociales

Gutiérrez SJ, acostumbrado a chabolas y barrios de exclusión de nuestro país, sostiene (1994) que determinadas ayudas públicas hacen de personas que antes sabían buscarse la vida, inútiles sociales. Sin energía eléctrica en la oficina, nos queda conversar y adelantar el café, porque se nos hace imposible dar un paso laboral sin nuestros ordenadores. En visita reciente a Bissau compruebo cómo efectivamente un aeropuerto puede funcionar sin inteligencia artificial, y el uso de papeles y listados escritos a mano permite comprobar pasaportes y otorgar la tarjeta de embarque a quienes viajan. Con amabilidad un funcionario pide disculpas porque no funciona el anillo detector de metales y procede a cachearnos. En “Atrapados” (2014), N. Carr muestra su preocupación: “las consecuencias humanas de la automatización”, al parecer, nos puede hacer inútiles.

martes, 24 de julio de 2018

Los negocios son lo primero

La otredad impulsa a Levinas a pensar más desde la metaética que desde la metafísica. La otredad acarrea en Derrida una deriva al vacío de la mano de la deconstrucción. Sin suelo todo es igualmente inválido, todo es igualmente válido. El Otro es tolerado y el capitalismo imperante se camufla tras la reivindicación de la tolerancia que permite avanzar en los negocios en medio de un mundo destrozado. Pero el Otro, por más que lo sometamos a nuestra inercia líquida, es duro, es sólido: la pena de muerte, el hambre, la enfermedad, la ablación del clítoris. ¿Es intolerante imponer los derechos humanos como norma política universal? (Žižeck). Es el capital el que se beneficia de la tolerancia: los negocios son lo primero. En medio de nuestra tolerancia, cruzar la frontera y reunirse con la familia es, para muchas personas, una experiencia imposible.

Burka, Niqab, Tolerancia


Dinamarca prohíbe el uso del burka y el niqab en los espacios públicos. ¿Imponemos nuestra cultura faltando al principio de tolerancia del liberalismo? ¿Actuamos desde el imperativo de justicia en defensa de los derechos de las mujeres? No es fácil de entender que la Europa postmoderna del fin de la metafísica justifique una norma que diga a las mujeres cómo pueden o deben vestirse en los espacios públicos. Goñi sostiene que “los filósofos son unos tipos que meten las narices en todo”. Con especial virulencia lo hace el esloveno Žižeck cuando habla del cinismo de nuestro mundo occidental. Está convencido de que nuestra tolerancia (excluyente e impositiva) se vendrá abajo con el conjunto de nuestro sistema. Sólo que todavía nos resistimos. Por eso, al meter la nariz el filósofo pretende que tengamos miedo de nosotros mismos. Cuanto peor, mejor.

domingo, 22 de julio de 2018

La escuela personalista


Tras la crisis del 29, E. Mounier funda “Sprit” y promueve la corriente personalista. ¿Es la persona conceptualmente suficiente para montar una tradición filosófica? Paul Ricouer defiende que con Mounier murió el personalismo como tradición filosófica. Cree que su legado está en la incorporación de cierto ambiente filosófico personalista a las tradiciones políticas, culturales y religiosas de la segunda mitad del siglo XX. Sin embargo, el poderío de otras cuatro grandes corrientes (marxismo, existencialismo, estructuralismo y neopositivismo) habrían demostrado cierta debilidad conceptual del personalismo, diluido en la cultura, pero sin discurso académico potente. Piensa Goñi (“Las narices de los filósofos”, 2009) que el personalismo, sin ser un sistema, queda como una filosofía con muchas variantes: Marcel, Levinas, Stein, Zubiri, Díaz…