Dinamarca prohíbe el uso del burka y el niqab en los espacios
públicos. ¿Imponemos nuestra cultura faltando al principio de tolerancia del
liberalismo? ¿Actuamos desde el imperativo de justicia en defensa de los
derechos de las mujeres? No es fácil de entender que la Europa postmoderna del
fin de la metafísica justifique una norma que diga a las mujeres cómo pueden o
deben vestirse en los espacios públicos. Goñi sostiene que “los filósofos son
unos tipos que meten las narices en todo”. Con especial virulencia lo hace el
esloveno Žižeck cuando habla del cinismo de nuestro mundo occidental. Está
convencido de que nuestra tolerancia (excluyente e impositiva) se vendrá abajo
con el conjunto de nuestro sistema. Sólo que todavía nos resistimos. Por eso,
al meter la nariz el filósofo pretende que tengamos miedo de nosotros mismos.
Cuanto peor, mejor.
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