Tras la crisis del 29, E. Mounier funda “Sprit” y promueve la
corriente personalista. ¿Es la persona conceptualmente suficiente para montar
una tradición filosófica? Paul Ricouer defiende que con Mounier murió el
personalismo como tradición filosófica. Cree que su legado está en la
incorporación de cierto ambiente filosófico personalista a las tradiciones
políticas, culturales y religiosas de la segunda mitad del siglo XX. Sin
embargo, el poderío de otras cuatro grandes corrientes (marxismo,
existencialismo, estructuralismo y neopositivismo) habrían demostrado cierta
debilidad conceptual del personalismo, diluido en la cultura, pero sin discurso
académico potente. Piensa Goñi (“Las narices de los filósofos”, 2009) que el
personalismo, sin ser un sistema, queda como una filosofía con muchas
variantes: Marcel, Levinas, Stein, Zubiri, Díaz…
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