El
humanismo laico, en nota a pie de página de la setentencia “Torcaso contra
Watkins” (Tribunal Supremo EE.UU. 1961), es “…una de aquellas religiones del
mundo que, al igual que el budismo, el taoísmo y la cultura ética no enseña lo
que en general se considera una creencia en la existencia de Dios”. Para
Armstrong (“Los orígenes…”, 2010) esta identificación de laicidad con otra
religión da pie a la posición política de quienes piensan que si el Estado
defiende una religión diferente a la mía, mi lealtad al Estado se cuestiona y
es legítimo que intente conquistarlo. En Israel, en los 70, el Gush Emunin se
configura como un grupo de presión para “conducir al pueblo judío hacia la
plenitud de la visión sionista”, la herencia judía, para salvar Israel y el mundo.
Inician un camino imposible para la paz: la expulsión de los palestinos y la
ocupación de sus tierras.
jueves, 4 de octubre de 2018
miércoles, 3 de octubre de 2018
Politeísmo
La pertenencia a una comunidad definida y completa trae dos resultados indeseables: la pérdida de la libertad individual y la configuración de las otras comunidades como enemigo real. La idea de estado democrático intercultural pretende preservar el deseo de pertenencia en un contexto de códigos reconocibles de pertenencia y, sin embargo, desactivar el poder determinante de esa pertenencia (Bauman, “En busca…” 1999). El éxito de esta empresa supone, a su vez , en nuestro mundo capitalista, un efecto alienante: dejamos las seguridades y nos situamos en el plano de las incertezas. Vamos deprisa, cambiamos de contexto identitario, todo contrato incorpora la clausula de recisión y, en muchas ocasiones, viene ya con un programa de obsolescencia programada. El Estado también acaba rendido, no puede ocupar el lugar de Dios. Resurge el politeísmo.
martes, 2 de octubre de 2018
Tribu
La tribu
identifica territorio y cultura. Nada se cuestiona. Hace invisible cualquier
alternativa. Es “la más plena manifestación de la idea de pertenencia” (Bauman,
“En busca…”, 1999). La modernidad excluye a la tribu. La nación, en un mundo
complejo, necesita una ideología: el nacionalismo. Es una ideología que oculta
parte de la realidad para asegurar la pertenencia en un mundo cada vez más
global. La democracia es contradictoria con la nación, porque precisamente
desafía toda pertenencia heredada. Si la nación triunfa, la democracia
desaparece exigida por la demanda de comunión que reivindica la nación. El
estado de la nación tiende al totalitarismo. En la nación no hay ciudadanía,
sino connacionales. El estado sin nación, tiende a la democracia, pero
huérfanos de pertenencia. Esa orfandad la ocupan los nacionalismos.
domingo, 30 de septiembre de 2018
Identidad, nación, religión
Jomeini,
con su discurso monótono, su carácter reservado y su permanente abstracción,
era reconocible para la mayoría shií de Irán como un místico “sobrio”
(Armstrong, “Los orígenes…”, 2010). En
1963, se pronuncia contra el sha. Protesta por la situación de los pobres y
contra la intención oculta del sha: “Nuestra nación y nuestro islam está en
peligro”, dice. La reacción del gobierno es la policía secreta, la generación
de un cuerpo de ulemas oficiales y el empeño en desconectar Irán del shiísmo.
En 1971, celebra los 2.500 años de la monarquía
persa y proclama que Irán es anterior al Islam. Entonces, los religiosos
shiíes ven al Islam como identidad nacional que vincula estado y religión.
El Islam se pervierte si se separa fe de política: “Nos hemos olvidado de
nuestra identidad y la hemos reemplazado por una identidad occidental”, decía
Jomeni.
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