A Marx lo
secuestran sus intérpretes (Sloterdijk, “Temperamentos filosóficos” 2010).
Sucede con él, como con las religiones: sus textos se convierten en referente y
su interpretación necesaria para adecuarla a la realidad. Goñi afirma que con
Marx, la nariz del filósofo queda, con frecuencia, oculta tras las barbas del
revolucionario (“Las narices de los filósofos” 2008); recomienda leer “El
manifiesto comunista” y saborear su regusto decimonónico. ¿Mira Marx hacia el
pasado mítico para elaborar su pensamiento? Más bien mira hacia el futuro,
igualmente mítico, de la sociedad sin clases. Con ese poder de seducción, lee
su tiempo y defiende que no son las ideas, sino la organización económica, lo
que determina la realidad. Sin embargo, su idea, reconvertida por líderes
políticos impresionantes, determinan la historia del siglo XX.
viernes, 21 de septiembre de 2018
miércoles, 19 de septiembre de 2018
El uso político de la religión
Jesucristo
Libertador es título de cierta cristología católica latina del último tercio del
s.XX. ¿Un proyecto político? De hecho, incorpora la “Teología política” europea
de Metz. Quizás, parte de la catolicidad nicaragüense entendió la revolución
sandinista como el triunfo del Reino de Dios frente a la injusticia. En el
Egipto del s. XIX, Occidente era ambivalente. Se reconocían como valores a
recuperar por el Islam la justicia, la separación política/religión, libertad
intelectual, pensamiento racional… Sin embargo, al-Afgani (1839-1897) observa a
un Occidente dispuesto a conquistar el mundo islámico. Por eso, propuso que el
Islam se uniera y usara la religión como defensa frente al imperialismo.
Armstrong (“Los orígenes…”, 1910) insiste: lo religioso da sentido, pero es
fundamentalismo cuando pretende plasmarse como una realidad de la razón y la
acción política.
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lunes, 17 de septiembre de 2018
La promesa de la tierra
El
judaísmo se ve amenazado por la modernidad. A lo largo del siglo XIX, se teme a
la exterminación “…como una evaluación realista del potencial aniquilador de la
modernidad” (Armstrong, “Los orígenes…”, 2010). Entre las muchas reacciones, el
Sionismo propone una tierra refugio. Los sionistas ven la religión como un
freno al progreso de Israel. Sin embargo, el mito de Jerusalén y del retorno a
la Tierra Santa es un magnífico aliado del sionismo. El sionismo es un camino
peculiar para introducir al judaísmo en la modernidad. Choca con el judaísmo
ortodoxo que hace tabú de toda pretensión de convertir al Mesías de nuevo en
una propuesta política actual. Si se rompe ese tabú, el lenguaje narrativo de
la religión se trata como lenguaje racional, como logos. La historia muestra la
sangre como resultado.
domingo, 16 de septiembre de 2018
Los hechos y la historia
De la
historia se hace uso y abuso (MacMillan, 2009). Señala Popper que más bien, lo
que sucede, es que la Historia no existe (“Acerca de la historiografía y el
sentido de la historia”, 1962). Se
trata, en primer lugar, de que existen diferentes “historias de…”, aunque con
frecuencia, lo que buena parte de la ciencia histórica considera historia es,
en realidad, la historia de la ambición
y el poder político. En segundo
lugar, la historia es necesariamente una selección de algunos acontecimientos
que nunca podrían determinar un sentido de la historia, aunque esos
acontecimientos puedan ayudar a comprender mejor lo que ha sucedido después
tras haber conocido lo que ha sucedido antes. En ese sentido, toda explicación
de la historia es sometible a juicio y todo juicio debe estar respaldado por la
documentación que acredite los hechos seleccionados.
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