Jesucristo
Libertador es título de cierta cristología católica latina del último tercio del
s.XX. ¿Un proyecto político? De hecho, incorpora la “Teología política” europea
de Metz. Quizás, parte de la catolicidad nicaragüense entendió la revolución
sandinista como el triunfo del Reino de Dios frente a la injusticia. En el
Egipto del s. XIX, Occidente era ambivalente. Se reconocían como valores a
recuperar por el Islam la justicia, la separación política/religión, libertad
intelectual, pensamiento racional… Sin embargo, al-Afgani (1839-1897) observa a
un Occidente dispuesto a conquistar el mundo islámico. Por eso, propuso que el
Islam se uniera y usara la religión como defensa frente al imperialismo.
Armstrong (“Los orígenes…”, 1910) insiste: lo religioso da sentido, pero es
fundamentalismo cuando pretende plasmarse como una realidad de la razón y la
acción política.
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