Dice
Saint Exupery que lo importante es invisible a los ojos. Quizás es Nietzsche
que se da con lo dionisiaco. Su vida parece un itinerario de sin razón.
Cuestiona el idealismo de su época (Hegel: todo lo real es racional). Pone voz
a Zaratustra y se desliza hacia la demencia. Arremete contra la metafísica y
contra su Dios (el Dios de la metafísica). Debilita el suelo de toda
justificación y de todos los discursos racionales de nuestras políticas. Se
aferra a la voluntad de poder como vida. Sorprende la debilidad apasionada de
quien quisiera hacer filosofía a golpes y derrumbar todos los pilares. Es la
propia razón que arremete contra su fundamento. También asegura Saint Exupery
que hay razones del corazón que la razón no entiende. En el camino hacia una
filosofía original, Nietzsche se queda humanamente solo. Soledad, leal e
indeseada compañera.
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