miércoles, 18 de julio de 2018

Falsa pregunta


Para Wittgenstein es una falsa pregunta con ninguna respuesta posible, un falso problema y no hay nada que decir sobre el mismo. Mejor callar. Sartre quizás piense que se trata de un sentido autoconstruido y que no hay un para qué ya dado: el sentido se fabrica por la propia persona sin más referente ni horizonte que la historia en la que vive. Foucault invita a observar cómo el viento de las circunstancias lo borrará como a un rostro dibujado en la arena de la playa. Sin embargo, las personas ponemos un para qué a nuestras actuaciones, lo elegimos: el dinero, el poder, el placer. O, incluso sin darle una formulación conceptual, el para qué es el miedo o la codicia, el propio ego o aquellas causas que encumbran a la persona y le dan prestigio o reconocimiento. Por tanto, ¿es el sentido una falsa pregunta o hay propuestas que son falsas respuestas?

No hay comentarios:

Publicar un comentario