lunes, 15 de enero de 2018

Conocimiento tomista

Para Tomás de Aquino el conocimiento es de la esencia de las cosas, no tanto de lo que cada cosa muestra. La imagen de cada cosa concreta se aprehende, pero si la conocemos es porque captamos su esencia, es el proceso por el que reconocemos la esencia a lo que llama conocimiento.  Así, la existencia –lo que cada cosa muestra- es posterior a la esencia de la cosa. Los existencialismos dan la vuelta a esta visión. En realidad, nuestro existir concreto precede a cualquier esencia de lo que somos. El hombre, masculino, no es una esencia que concreta en una existencia. Es una generalización a partir de la experiencia factual de un modo concreto de existir.  El estructuralismo le da otra vuelta: en realidad cada cosa concreta y su existir fáctico es el resultado de las relaciones estructurales y rígidas que se dan en nuestro mundo. ¿Volvemos a Tomás?

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