Afirma Einstein que la ecuación e=mc2 muestra un mundo en el que, a la velocidad de la luz, el tiempo tiene parámetros diversos a los que lo miden en la física newtoniana. Parece que sucede algo parecido en el entorno de un agujero negro denominado horizonte de sucesos. La pretensión de Einstein no es situar esta ecuación en el ámbito de la opinión generada por nuestra psicología o nuestra cultura. Se trata, al parecer, de una afirmación sobre las cosas. De ese modo, lo que sería breve viaje para quienes circulan en una supuesta nave a velocidad de la luz, serían años para quienes esperan el retorno de los navegantes en casa. El tiempo psicológico tiene características diferentes: la aceleración o la velocidad se oponen a la duración y al sentido. Nunca vamos demasiado rápido si tiene sentido nuestro viaje. Siempre es acelerado cualquier desplazamiento sin sentido. La vejez llega demasiado rápido cuando no se saborea el para qué de la vida (¡y de la muerte!). Si vivir es un mero estar ahí, sin propósito ni meta, el tiempo es un transcurrir, pero no un durar o un permanecer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario