domingo, 13 de mayo de 2018

Negatividad y belleza


El sobrecogimiento se sustituye por lo perfecto en la actual visión de lo bello (Byung-Chul, “La salvación de lo bello”). El aeropuerto pulido, la piel depilada, el smarphone liso triunfan en la cultura que no tolera lo negativo: debemos ser perfectos, automejorados para el mundo, el mercado, la pareja, la familia, las amistades. Lo inesperable, no domesticable… se disuelve rechazando toda negatividad. Pero la vida es calvario, cruz, tumba. La belleza del bosque no es su perfección, si nos resulta sublime un paisaje montañoso no se trata de una belleza pulcra. La belleza de una persona, más allá del atractivo del momento, aburre si se sostiene de perfección. En la realidad, lo bello que sobrecoge no soporta el “me gusta” de la fotografía de facebook. Lo bello sublime está de la mano de una historia que está llena de dolor. Es ahí donde Loyola ve a Dios que trabaja.

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