domingo, 5 de agosto de 2018

Contraste y amor


En el siglo I hay en la ciudad de Éfeso (hoy Turquía, en el Egeo) una comunidad cristiana tan relevante como para que aparezca entre las cartas a las iglesias del Apocalipsis. Es una minoría en una ciudad con otros valores dominantes. Vive entre conflictos y se configura en modo resistencia. También tiene que lidiar dentro con propuestas de pacto o arreglo impulsados por “falsos profetas”. La comunidad y sus gentes adquieren costumbres, hábitos que la posicionan con identidad propia frente a personas ajenas y frente a quienes desde dentro quisieran alejarla de su fe. La institucionalización funciona. Pero el autor del escrito advierte: “pierdes tu amor del principio”. La normalización de la identidad comunitaria vence enemigos y evita desvíos, pero pierde capacidad de contraste y de amor. No sólo en Éfeso. No sólo en el cristianismo.

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