jueves, 2 de agosto de 2018

A correr


Sin capacidad contemplativa, cansados de caminar, corremos. La carrera no es una respuesta contemplativa que rompa de forma creativa la lógica de la caminata, sencillamente, acelera el proceso (Byung Chul Han, “La sociedad del cansancio”, 2010). Nuestro entorno cambia a enorme velocidad. No hay un mandato externo, nadie que imponga un ritmo. Ya no vivimos en un tiempo disciplinario. El liberalismo se reforzó en Mayo del 68 y caducó las normas, los valores culturales y las tradiciones. Quedó libre, disponible para que todo sujeto lo internalice. Hoy todo fluye (Bauman) y en su fluir descubrimos que podemos quedar obsoletos. Primamos el cambio. Ya no es necesaria la orden externa. Cada uno se autoperfecciona, cada uno se autoexplota. Dejamos de caminar y comenzamos a correr. Pretendemos atrapar el tiempo con nuestra carrera.

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