“La filosofía es el juez de
una época; mal asunto cuando en lugar de esto se convierte en su expresión”.
Cita a Hofmannsthal Popper al explicar su ser filósofo: racionalista e
ilustrado. Y dice: “Un racionalista es sencillamente un hombre que concede más
valor a aprender que a llevar razón”. No es el racionalismo la preeminencia de
la razón especulativa sobre los datos. Afirma, por el contrario, que aunque
toda respuesta es una hipótesis elaborada por la razón, siempre será una
hipótesis provisional y que debe rendir cuentas ante la realidad y lo que de
ella averigüe el esfuerzo investigador (La responsabilidad de vivir, 1994). Por
eso, la filosofía no puede ser una buena amiga de los comportamientos
contemporáneos. Si Bauman describe la vida líquida debe ser como instancia
crítica. Si Byung-Chul Han nos habla del enjambre es para invitarnos a
abandonarlo.
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