Hace mucho tiempo que el nazareno recorrió los campos de Galilea. ¿En qué sentido es razonable que lo que Él vivió o predicó tenga significación para quienes vivimos a caballo entre el siglo XX y el siglo XXI? Además, ¿quién es ese Jesús para reclamar que su nombre, su vida, su palabra se deba tener en cuenta para cada persona que viene a este mundo? ¿Qué sabemos de Él? ¿Es el mismo Jesús que el que llaman Jesucristo, el Señor, el Maestro, el Mesías, el Hijo de Dios, el Salvador, el Libertador (¿de verdad un campesino del siglo I tiene derecho a recibir todos esos títulos?). Finalmente, ¿de verdad necesitamos reconciliación o nos basta mejorar los acuerdos y los comportamientos, los procedimientos de relación con las demás personas, con las cosas, con la propia creación? ¿De verdad es necesario hablar de reconciliación?
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