miércoles, 3 de abril de 2019

Dionisos

La idea de que el mundo es un cosmos (orden) y no un caos se la debemos a la cultura helena y a cierta tradición bíblica (al principio era un caos, pero el espíritu aleteaba sobre las aguas). Grecia tiene a Dionisos, que no solo apunta hacia el gozo y el éxtasis, sino que también mira a la contradicción y el desorden. Nietzsche ve en esta divinidad helena la mejor versión de lo real, lejos de toda metafísica y del idealismo alemán. La verdad es que somos nada, indica haciendo suya la conclusión de la tragedia griega (somos la hierba que pasó, dirá el salmista). Levi-Strauss se vive como inventariador de instituciones contingentes que están por desaparecer. No quedará siquiera el sujeto de su memoria, ni arqueología que lo rescate.  El mundo conmienza sin humanidad, sin ella acabará. Nietzsche establece ahí el punto. Ni borrachos podemos aceptar la verdad.

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