domingo, 7 de abril de 2019

El cansancio


¿Es el trastorno por déficit de atención e hiperactividad propio de nuestro tiempo? Frankl (“El hombre en busca de sentido”, 1945) pinta, tras la guerra, la neurosis de la ausencia de sentido. Es hijo de los existencialismos. El final de la metafísica, el holocausto, el conocimiento científico, la pequeñez de nuestras metas, la inercia del día a día llevan a la neurosis noógena. La terapia es un éxodo de sí mismo, una trascendencia hacia la otra persona, la otra realidad natural y, en última instancia, lo Otro Absoluto que no se explica, que se alaba, se respeta, se sirve. El siglo XXI inventa el coaching que hace de toda actividad la más eficiente. En “La sociedad del cansancio” (2010), Byung-Chul ve una depresión por exceso de sentido: todo es alcanzable, todo deviene propio. Nada hay fuera, extraño, solemne. No es posible el Éxodo. No hay sito para el fracaso. Sólo cabe el cansancio.

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