lunes, 8 de abril de 2019

La catástrofe


De Platón a Foucault camina Sloterdijk en “Temperamentos filosóficos”. Tras los dos clásicos griegos, aborda a Agustín. Después, el Renacimiento. Sostiene que en la Edad Media, donde se cita a Aristóteles como “el filósofo”, no se encuentra temperamento alguno que pueda denominarse filosófico. No es extraño, pues, para Sloterdijk, el de Hipona degrada el amor como recuerdo de lo bello y lo bueno (Platón) al proponer un ser humano mancillado por una herida incurable. No hay ya ascenso mediante el pensamiento hacia la Verdad. Todo queda en gracia otorgada. Concluye que el pensamiento agustiniano conduce “a la catástrofe cristiana de la filosofía”. Si Dios es pensado, ni hay filosofía ni el amor salva. Parece que el esfuerzo del pensamiento sólo es filosofía si prescinde de la trascendencia. Sloterdijk llama catástrofe al mirar al Otro.

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