Es buen motivo para investigar nuestra historia el
deseo de comprender nuestro ahora. Sobre todo en este tiempo en que la cultura parece apostar por lo efímero
(Lipovetsky) y las relaciones se disuelven en el agua (Bauman). Buscamos
orígenes familiares y antecedentes de la tribu a la que pertenecemos. En el año
2009, la profesora MacMillan publicó el libro “Usos y abusos de la Historia”.
Hace notar que cuando miramos a la historia queremos que nuestras vidas tengan
sentido, queremos dar con nuestro lugar en la sociedad y el mundo. Ese deseo
puede llevarnos al engaño, al abuso: abusamos de la historia cuando la pintamos
de modo que se parece a una justificación de nuestras opciones actuales. De ese
modo, la historia acelera la destrucción de relaciones sociales y encona
conflictos. Se convierte en arma de destrucción masiva.
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