El cineasta filma la escena persiguiendo a sus personajes (Solé, 2016).
Cuando la cámara deja de moverse, queda un escenario que refleja una ausencia.
Una melodía ocupa el espacio del sonido; pero al irrumpir da significado al
silencio subyacente. En sus pinturas, muchos personajes de Caravaggio miran
hacia afuera; apuntan a una realidad que no cabe en nuestro marco. Levinas
parece indicarnos con un impersonal “hay ser” el silencio de toda música, la
ausencia de toda presencia y el desborde de todo marco. Caffarena contrapone
enigma y misterio. Aquino sostiene una analogía que quizás el autor/a de “La
nube del no saber” (S. XIV) estimaría insuficiente. Wittgenstein indica: “De lo
que no se puede hablar es mejor callar” (“Tractatus…”, 1921). Levinas insiste en
que es imposible conceptualizar el ser que hay. Apunta hacia el misterio del
Otro.
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