jueves, 7 de junio de 2018

El exilio del Instituto

El marxismo intelectualizado de los años 20 es para el profesor Horkheimer (Wiggershaus, 1986) un camino a ninguna parte: desalienta cualquier revolución. Constata que las masas ya no son revolucionarias. De hecho, el Instituto de Investigación Social ya no se centra en la historia del movimiento obrero, sino en la búsqueda de una teoría de la sociedad. Horkheimer, en su despacho de director, da lugar preferente al retrato de Schopenhauer. Pretende que la salvación del marxismo pasa por su vinculación a las ciencias sociales (interdisciplinariedad) y a la pasión. El 30 de enero de 1933, Hitler pasa a ser canciller del Reich con el nombramiento de Hildemburg. El Instituto de Investigación Social de Frankfurt, germen de la Escuela, debe emigrar a Ginebra, donde ya está una subsede en previsión de los acontecimientos que finalmente sucedieron. 

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