La
educación necesita de la tribu entera. En la nuestra, además, necesita de los
maestros y maestras. En 2015, César Bona publica “La nueva educación”. Repite
que lo que cuenta no es nada extraordinario. Sin embargo, se lee el orgullo, la
ilusión por una tarea excepcional: ser maestra, maestro. Sabe que, en el
camino, encontramos motivos para quemarnos. Nos invita, sin embargo, a cambiar
la actitud. Confía en que un maestro, una maestra creativo, ilusionado,
respetuoso, será capaz de generar actitudes similares en su alumnado y que
podrá con la batalla que le planteen otros miembros de la comunidad educativa
(desde las familias a la Administración pasando por colegas desventurados o
alumnado maltratado). Salta a la fama por ser seleccionado entre los 50
candidatos para el Global Teacher Prize. Insiste: no hago nada extraordinario.
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