viernes, 6 de abril de 2018

Decisionismo

Schmitt es, durante años, jurista del nazismo (Lilla, “Pensadores temerarios”, 2001). Tras la guerra, argumenta que quería civilizar a Hitler. Pero su obra es un alegato antiliberal: pueblo, enemigos y decisión. En ese sentido, la constitución es siempre un instrumento relativo, lo auténticamente importante es la capacidad de decidir y enfrentar a los enemigos. Schmitt, y no sólo él, cree que el liberalismo teme más a sus decisiones que a sus enemigos. Schmitt sería un teólogo político que tiene un absoluto previo a la constitución. Pero, su pensamiento político se aleja totalmente de la idea de bien común, central en la doctrina católica; su Dios llama a la batalla contra los enemigos; lejos del nazareno. A izquierda y derecha, el decisionismo de Schmitt cautiva a los críticos del liberalismo. Schmitt se hizo nazi. Pero podía haber sido stalinista.

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