miércoles, 2 de mayo de 2018

Galilea y amor líquido


Las relaciones se programan (Bauman, “Amor líquido”, 2003). Las relaciones amorosas no nacen de gratuidad y sorpresa: se selecciona la pareja para hacer del amor negocio sin riesgo (Badiou, “Elogio del amor”, 2009) y se determina la llegada del hijo o la hija a partir de un banco de genes de calidad. Los especialistas en amor proponen relaciones al modelo de las “star-up”: seguras y fácilmente prescindibles. El criterio no es la persona amada, sino el “me gusta” propio. Así se hace muy relevante garantizar las condiciones de éxito y, dada la volatilidad de los tiempos, establecer las pistas de retirada, el itinerario para el descompromiso y el olvido. San Marcos propone acabar el Evangelio con tres mujeres que van a la tumba y reciben una tarea: vayan y digan que les espera en Galilea. Nada programable con seguridad. Todo compromiso.

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