jueves, 23 de agosto de 2018

Fundamentalismo y modernidad


En El País (5-X-2011), al presentar el coloquio sobre el pensar político de Milosz, se cita a Azar Nafisi: “El fundamentalismo ha secuestrado a la religión”. Así, la religión no es por sí fundamentalista, ni el fundamentalismo es por sí religioso. Indaga en los orígenes de la modernidad, Armstrong, para mostrar la raíz del fundamentalismo: es una reacción moderna frente a lo moderno. Su primer capítulo, sobre la modernidad judía, muestra que, aunque anticipan la modernidad, los judíos sufren “la experiencia dolorosa con la sociedad agresivamente modernizadora de Europa”. La crisis del judaísmo tradicional los lleva desde el laicismo al pluralismo… y a la privatización de la fe. Sin embargo, la mayoría judía evolucionó y se mostró capaz de “dar con nuevas soluciones, algunas de las cuales parecían escandalosas en la búsqueda de algo nuevo”. ¿No nos refleja?

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