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lunes, 24 de junio de 2019

Alteridad

La dialéctica entre el amo y el esclavo, descrita por Hegel, señala que el uno sólo se reconoce a sí mismo por la presencia del otro. No hay amo sin esclavo. Si quiero autoafirmarme como sujeto, quienes me limitan son, sin embargo, necesarios para esa autoafirmación. Sin los otros, no estoy yo. De Beauvoir utiliza este concepto de alteridad para explicar el origen de la desigualdad entre hombres y mujeres: en la autoafirmación de los hombres (que culmina en un androcentrismo que identifica lo masculino con humanidad) el papel de las mujeres es ser “otra”: la alteridad para la autoafirmación. Nos explica Cristina Sánchez (“Del deseo al sexo”, 2016): “si la mujer es la Otra, Beauvoir se pregunta por las posibilidades de negarse a ser la Otra”. Para eso, es necesario un “nosotras” que las mujeres no han usado históricamente, invisibilizadas como colectivo histórico. La sentencia según la cual la existencia precede a la esencia muestra, por tanto, que la feminidad es una alteridad generada de la autoafirmación de los hombres.

jueves, 20 de junio de 2019

La vejez

La muerte como horizonte de sentido es temática reincidente en los tres últimos libros de Simone de Beauvoir. Así lo refleja Cristina Sánchez (“Del deseo al sexo”, 2016): “La vejez” (1972), “Final de cuentas” (1974) y “La ceremonia del adiós” (1981). La muerte no es un hecho natural, puesto que la participación humana lo hace devenir en cultura. Al hablar de la vejez De Beauvoir se muestra a sí misma. Deconstruye una imagen que culturaliza el avance de los años como “tercera edad” para afirmar que, finalmente, la sociedad contemporánea trata a los “viejos” como a parias. Han pasado casi 50 años de aquel libro y se han hecho numerosos avances en gerontología y nuestra esperanza de vida supera los ochenta años. Pero nuestro imaginario cultural se debate entre el ideal de eterna juventud (envejecimiento activo) y la negación (invisibilidad de la vejez que conduce a la muerte). Observamos a diario la muerte como espectáculo (telediario o teleseries) y ocultamos a la persona envejecida limitando cada vez más nuestro estrecho concepto de vida plena.

domingo, 9 de junio de 2019

Acción


La persona solo es… actuando (De Beauvoir, “Para qué la acción”, 1944). El consejo inspirado en la prudencia de Cineas, cuando el rey Pirro se propone la conquista de Italia, está enfrentado a la vocación humana que se construye al afirmarnos como seres que actúan. Nos hacemos al hacer. Pero la propia De Beauvoir aterriza su reflexión en el situacionismo: nuestra libertad trasciende, pero lo hace situada. Cristina Sánchez (“Del sexo al género”, 2016) nos presenta a De Beauvoir atada a la ambigüedad: nos pensamos como conciencias, pero conciencias en el mundo. El existencialismo nos lanza a la acción. Setenta años después, la acción se muestra como sentido único de sí misma. Estamos en un hacer por hacer. La disputa entre Pablo y Santiago, fe y obras, se repite al llegar al tercer milenio. Dada la velocidad de nuestro sinsentido, más que una acción que nos autoconstruye, parecemos necesitar una parada que nos abra a tanto don recibido.