viernes, 15 de junio de 2018

Polvo de estrellas

Anunciamos que el cristianismo es un humanismo en los cincuenta. Espiritualidad es el subrayado actual. Primero, por el arrastre en su desplome de otros autodenominados humanismos (comunismo totalitario). En segundo lugar, por el éxito de los discursos culturalistas que indagan bajo las formas de las religiones. En tercer lugar, porque la humanidad demuestra muy poca compasión cuando se convierte en el centro de su discurso o su actuación. Levinas apunta hacia la Otredad, hacia el Otro, como real frente a nuestra subjetiva ilusión. De ese modo, toda pregunta por el ser de las cosas se atraganta. Sobrevive la salida de sí, el éxodo.  El cristianismo es un Éxodo, una salida del propio amor, querer o interés, de la propia subjetividad e intersubjetividad. La humanidad se hace y deshace en la creación entera. Somos polvo de estrellas. 

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