Si un
valor cultural se hace religioso, su fundamentación parece más determinante.
Mariola López RCJ analiza en un artículo disponible en internet la relación de
las mujeres con Jesús. Habla de puertas que se cruzan: profusos y de calidad
son los encuentros de Jesús con las mujeres en un contexto en el que no se
valoran bien (es impensable que un rabino tenga una mujer discípula). Jesús
aprende también al abrirse a una relación tan original: incorpora de gestos y
lenguajes vinculados al servicio, la corporalidad, las tareas domésticas, el
cuidado, la amplitud de la misión o la totalidad de la entrega. Aunque los
relatos evangélicos así lo muestran, el poderío cultural de lo que ahora
denominamos “patriarcado” (sin referencias a la tradición de Israel) invisibiliza
incluso en su Iglesia el respaldo enorme de Jesús a las mujeres detrás de
nuestras prácticas milenarias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario